Lamine Yamal es baja para este fin de semana y Hansi Flick no se ha mordido la lengua en la previa del Barça-Valencia. El entrenador alemán se ha mostrado visiblemente molesto por el trato que ha recibido Lamine Yamal durante el parón de selecciones. El técnico ha revelado que el delantero ha viajado con molestias en el pubis, no se ha entrenado entre partido y partido y aun así ha disputado 73 y 79 minutos con España. “Esto no es cuidar a los jugadores”, ha afirmado Flick, quien ha admitido que ha hablado con miembros del cuerpo técnico español, pero que “la comunicación debería mejorar”. La ausencia de Lamine ha sido un duro golpe para el Barça, que confía en recuperarlo pronto. Ahora mismo es una seria duda para el trascendental partido de Champions en Newcastle.

El técnico también ha confirmado la ausencia de Frenkie de Jong y la presencia del joven Marc Bernal, aunque no saldrá de inicio. A pesar de las bajas, Flick ha hecho un llamado a la mentalidad del grupo y ha evitado cualquier excusa relacionada con el traslado provisional del equipo al Johan Cruyff, con una capacidad mucho menor que Montjuïc o el Camp Nou. “Conocemos la situación del club y del campo. Lo he hablado con el presidente y confío en él. No es ninguna excusa: tenemos que ganar”, ha insistido con firmeza. El alemán ha dejado claro que el Barça debe mantener el nivel competitivo independientemente de las condiciones. El mensaje ha sido claro: no se pueden repetir errores si se quiere luchar por todos los títulos.
Un campo donde el Barça ya ha goleado
Flick, que ha avisado que esta temporada “puede ser más exigente que la anterior”, ha destacado el compromiso de la afición y ha puesto el foco en la respuesta colectiva de la plantilla. “Lo más importante es el equipo y lo que cada uno puede aportar. Ya hemos demostrado en el Gamper contra el Como que podemos ganar aquí, y es lo que espero ver este domingo”, ha sentenciado. El entrenador ha considerado que la presión será mayor esta temporada, pero que el equipo tiene potencial para superarla. El objetivo inmediato ha sido claro: sumar tres puntos y reforzar la confianza antes del próximo reto europeo.


