El FC Barcelona ha vivido una noche especial con el regreso de Gavi, quien ha vuelto a los terrenos de juego después de superar una grave lesión que lo ha tenido fuera de combate durante 335 días. El equipo de Hansi Flick se ha impuesto al Sevilla en un partido controlado, lo que ha dado pie a una de las mejores noticias para el barcelonismo: la reaparición del joven mediocampista.
Con el partido encarrilado, Flick ha decidido darle unos minutos a Gavi, y Montjuïc ha respondido con una sonora ovación tanto cuando salió a calentar como cuando pisó el césped en el minuto 82. Su entrada ha sido muy simbólica: Pedri, amigo y compañero de equipo, se ha acercado para colocarle el brazalete de capitán, un gesto cargado de emoción que ha sido acompañado por los aplausos de sus compañeros y del público.
“El caso de Gavi es muy especial”, había dicho Flick antes del partido, en reconocimiento a la dureza de la lesión que ha sufrido. Gavi ha estado casi un año sin jugar, perdiéndose 48 partidos oficiales entre LaLiga, Champions League, Copa del Rey y Supercopa de España.
La ovación en Montjuïc ha sido tan ensordecedora como su regreso
El mediocampista andaluz ha tenido un papel testimonial durante los pocos minutos que ha disputado, pero su presencia ha sido una auténtica inyección de energía para el vestuario blaugrana, justo antes de afrontar un calendario complicado con partidos clave contra el Bayern, el Real Madrid y el Espanyol.
Después de tantos meses de recuperación, el corazón del Barça ha vuelto a latir con fuerza. Gavi, con 20 años, todavía tiene mucho por dar, y su regreso no solo es importante para el equipo sino que también es un estímulo emocional para los aficionados culés, que lo han celebrado con intensidad en Montjuïc.
