El FC Barcelona ha pasado por encima del València CF con una goleada que habla por sí sola: 7-1 en el marcador de Montjuïc. Pero más allá del resultado, lo que realmente impresiona es cómo Hansi Flick ha conseguido mantener al equipo competitivo a pesar de realizar múltiples rotaciones en la alineación inicial y durante el partido. La capacidad de Hansi Flick para involucrar a toda la plantilla ha quedado más que demostrada. Jugadores como Pablo Torre, Gerard Martín, Héctor Fort o Pau Víctor han entrado desde el banquillo, aportando frescura y control en todo momento.
Con nombres como Ansu Fati, en la rampa de salida, y Andreas Christensen, ya recuperado de la lesión, sin ver ningún minuto, el técnico ha dado protagonismo a otros jugadores menos habituales, y el resultado ha sido impecable. La gestión del técnico no solo ha servido para repartir minutos, sino también para mantener el nivel competitivo del equipo sin perder intensidad ni precisión. Robert Lewandowski, que ha salido desde el banquillo, ha marcado un gol, evidenciando que la rotación no implica perder contundencia ofensiva.
Flick ha apostado por rotaciones sin perder competitividad: una lección de gestión de plantilla
El València, por su parte, ha sido un espectador más en el recital blaugrana. A pesar de un momento de orgullo con el gol de Hugo Duro, el equipo valenciano ha sido incapaz de hacer frente a la avalancha ofensiva y al control del Barça. Errores individuales como el gol en propia puerta de César Tárrega han reflejado un partido para olvidar de los visitantes.
Jugadores como Lamine Yamal han brillado con luz propia, mientras que nombres menos mediáticos como Héctor Fort y Pau Víctor han tenido minutos de calidad. Flick ha demostrado que, con una plantilla tan amplia como la del Barça, el secreto es dar responsabilidad a todos los jugadores y mantenerlos motivados. Con esta victoria, el Barça envía un mensaje claro: Flick no solo sabe ganar, sino que sabe gestionar. En una liga donde las lesiones y la acumulación de partidos pueden pasar factura, tener a toda la plantilla a punto puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
