Una de las carpetas que están abiertas en la dirección deportiva del Fútbol Club Barcelona es la de Ousmane Dembélé, puesto que tiene contrato hasta el próximo 30 de junio de 2024 con una cláusula de rescisión muy golosa: de ‘solo’ 50 millones de euros. Por eso, el representante del jugador, Moussa Sissoko, se ha reunido con el nuevo director deportivo del Barça, Deco, para transmitirle la voluntad de Dembélé de continuar en el club azulgrana y para empezar a hablar de su renovación. El Barça quiere renovar al francés hasta el 2027 y el jugador lo ve con buenos ojos.
El delantero francés está muy cómodo a las órdenes de Xavi Hernández, que siempre le ha asegurado un lugar en el once titular cuando el jugador ha estado bien físicamente. El técnico egarense, desde su llegada, ha confiado en Dembélé desde el primer momento y su evolución, incluso en el apartado físico, ha sido positiva. El jugador es feliz en Barcelona y solo quiere ganar más títulos con el club azulgrana. Esta situación es muy diferente a la del año pasado, cuando el jugador se negó a renovar y el club lo apartó unas semanas del equipo. Finalmente, la insistencia de Xavi fue clave para la renovación del francés.

Una cláusula de rescisión engañosa
Cuando Dembélé renovó el año pasado después de unos meses muy complicados entre el club y su entorno, el Barça le puso una cláusula de rescisión de 100 millones de euros. A pesar de la renovación, todavía habían dudas sobre la relación entre las dos partes. Por eso, el Barça aceptó que su cláusula bajara de los 100 a los 50 millones durante los meses de junio y julio de este año. Además, si un equipo hubiera pagado esta cláusula rebajada, el Barça solo se habría llevado 25 millones de estos 50, ya que la otra mitad hubiera ido a parar en manos del representante del jugador. Sin embargo, en la reunión que se ha producido hoy, Moussa Sissoko ha dejado claro que no ejecutarán esta cláusula de rescisión rebajada y Dembélé se quedará en el Barça.