El exfutbolista colombiano Fabián Vargas pasó dos años en el Almería, del 2009 al 2011. Fue en 2010 cuando sufrió una contundente derrota en el Estadio de los Juegos Mediterráneos de Almería a manos del equipo de Pep Guardiola, que le endosó un 0-8 a los de Juanma Lillo, hecho que provocó la destitución de este último a causa de la gran goleada. Curiosamente, el jugador colombiano ha recordado una anécdota sobre una petición que hizo a Leo Messi y como el resultado del partido hizo que se desviara de lo que habían acordado.
En aquel momento en Colombia hubo unas inundaciones alarmantes, con mucha gente damnificada. Para recaudar fondos y ayudar se hacían subastas, después se daban el dinero. «Yo estaba organizando una subasta en beneficio de los damnificados que había en Colombia a causa de las inundaciones que tuvieron lugar aquel año. Aprovechando que jugábamos contra el Barcelona, fui a buscar a Leo antes del partido para explicarle la situación y preguntarle si podía regalarme su camiseta, así como las de Iniesta y Xavi», ha confesado el jugador. «Él me dijo que no había ningún problema. Pero después de los 90 minutos y de aquella goleada, salí del campo tan enojado que me olvidé completamente del tema», afirma Vargas.
Pero Messi no se olvidó
Del enojo que tenía, Vargas fue directamente al vestuario y se olvidó completamente de la petición que le había hecho al astro argentino. A pesar de todo, el azulgrana no se olvidó de Vargas: «Más tarde, un miembro del equipo me dijo que Messi estaba esperándome a la puerta del vestuario. De la nada lo veo venir a nuestro vestuario con una bolsa llena de camisetas», confiesa el colombiano. «Recuerdo que me dijo: ‘Mira, estas son las camisetas que he podido recopilar’. Eran las camisetas de Iniesta, Xavi, Dani Alves, Piqué, Puyol, Mascherano y Pinto. Nunca olvidaré este gesto».
Así pues, enfadado por el resultado, Vargas se olvidó de la petición y su delegado le advirtió de que Messi lo estaba esperando a la puerta del vestuario con un saco de camisetas para subastar. «Es por eso que siempre le deseo que continúe rompiendo récords», dice el exjugador de la Almería. Las camisetas acabaron siendo subastadas y con las ganancias, sumados a otras subastas, se pudieron construir más de 90 viviendas.