El FC Barcelona femenino ha comenzado el año con fuerza, goleando por 6-0 al Levante Badalona en un partido dominado de principio a fin. El enfrentamiento, disputado en el Johan Cruyff, ha servido para consolidar el excelente momento de forma de las blaugranas, que han contado con aportaciones goleadoras de seis jugadoras diferentes: Vicky López, Aitana Bonmatí, Klara Bühl Pajor, Fridolina Rolfö, Salma Paralluelo y Kika Nazareth.
Con algunas rotaciones en el once inicial, el técnico Pere Romeu ha dado minutos a jugadoras menos habituales como Jana Fernández, Marta Torrejón, Kika Nazareth y la joven Vicky López, quien ha sido la encargada de abrir el marcador en el minuto 10. López ha aprovechado un rebote en el área pequeña para marcar el primer gol del año para el Barça.
Un pase magistral entre líneas de la capitana, Alexia Putellas, ha habilitado a Bonmatí para definir con su habitual precisión. A partir de ahí, el Barça ha desplegado un juego vibrante que ha dejado sin opciones al rival.

Tras el descanso, Pajor ha ampliado la ventaja con un cabezazo impecable tras un centro de Rolfö. Minutos más tarde, la sueca volvió a ser protagonista con un potente disparo que acabó en el fondo de la red, consolidando el dominio local. Ya en las postrimerías, Salma Paralluelo marcó el quinto en una jugada llena de determinación, mientras que Kika Nazareth cerró la goleada en el tiempo añadido con un remate ajustado.
El Levante Badalona, que venía de una racha de seis partidos sin ganar, no pudo inquietar a la defensa blaugrana. A pesar de algunas llegadas tímidas en los primeros minutos, la solidez de jugadoras como Jana Fernández y Cata Coll fue decisiva para mantener la portería a cero.
Con este resultado, el Barça continúa imparable en la Liga F, consolidándose como uno de los equipos más temidos. La próxima cita será en la Supercopa de España, donde las culés se enfrentarán al Atlético de Madrid con el objetivo de añadir un nuevo título a su palmarés.
El Espanyol lucha hasta el final, pero el Athletic se muestra letal (1-2)
El Espanyol ha visto cómo se acababa su racha de siete jornadas sin perder tras caer por 1-2 ante el Athletic Club. El duelo, vibrante y lleno de alternancias, ha tenido como protagonistas los errores defensivos de las locales y la gran efectividad visitante.
Un autogol de Laia Ballesté en el minuto 15 inauguró el marcador. La central, al intentar rechazar un centro de Elexpuru, desvió el balón de forma incontrolable hacia la portería defendida por Romane Salvador. El Athletic estuvo a punto de repetir la historia solo diez minutos después, pero esta vez el poste evitó el segundo autogol de Ballesté.
El Espanyol ha golpeado el travesaño hasta tres veces, pero no ha logrado igualar el marcador
Un centro de Ángeles del Álamo y un remate al lateral de la red de Iara fueron los primeros avisos locales. A pesar de ello, el Athletic respondió con fuerza y estrelló dos balones más en el poste antes del descanso, manteniendo la ventaja mínima.
En la reanudación, Sara Monforte hizo cambios clave para buscar la remontada. Aun así, el Espanyol siguió encontrando el poste como rival: Chamorro, con un cabezazo en el 61, rozó el empate. Finalmente, en el minuto 67, una acción individual de Arola terminó con el balón desviado por Maddi al fondo de la portería rival, marcando el empate.
Cuando el Espanyol vivía su mejor momento, Pinedo hundió a las locales con un golazo espectacular en el 75, colocando el balón en la escuadra desde fuera del área. El 1-2, un golpe duro para las de Monforte, obligó al equipo a volcarse al ataque en los últimos minutos. El travesaño volvió a frustrar las esperanzas pericas en el minuto 87, con un nuevo remate de Arola tras una gran jugada de Chamorro. Ya en tiempo añadido, Nanclares fue providencial rechazando un remate clarísimo de Arola que habría supuesto el empate. Para empeorar la noche, la central Guerra vio la tarjeta roja en el minuto 94 por una acción antideportiva.
Con esta derrota, el Espanyol rompe su buena dinámica y cede puntos importantes ante un Athletic Club que ha demostrado saber aprovechar las oportunidades en un partido intenso y disputado hasta el final.