Gerard Piqué, exjugador del Futbol Club Barcelona, ha participado en El nou clam, el programa de 3Cat que busca el himno del 125º aniversario del Barça. En una entrevista, ha hablado de su barcelonismo y de sus años en la entidad blaugrana y, sin ninguna duda, las declaraciones más impactantes han estado relacionadas con el 1 de octubre de 2017. Aquel día, mientras millones de catalanes defendían su derecho a votar en las calles del país contra los golpes de porra de la policía española, el Barça jugó un partido ignominioso a puerta cerrada. El único jugador que alzó la voz fue Piqué, que habló a favor de la autodeterminación y condenó la violencia policial. Ahora, ha explicado que esto tuvo graves consecuencias en la selección española.
Las declaraciones de Piqué sobre el 1-O
En primer lugar, Piqué ha recordado lo que ya dijo aquel día y ha repetido en otras ocasiones: «Fue un día muy duro, porque se jugó un partido que no se debería haber jugado. Esa era mi opinión, pero el club decidió que se jugara». Toda esta postura política tuvo repercusiones al día siguiente, cuando fue a la concentración con la selección española. Allí le esperaban el capitán, Sergio Ramos, y el entrenador, Julen Lopetegui, que le exigieron que pidiera perdón públicamente e incluso le dieron una hoja escrita con todo lo que tenía que decir: «Tiré el papel a la papelera».

Con su tono seguro y convencido habitual, Piqué explica que se negó a hacer unas declaraciones con las que no estaba de acuerdo. También revela que accedió a hacer una rueda de prensa si él podía expresarse de la manera que quisiera. Esto, sin embargo, ya no le fue concedido. Después de todos estos hechos, el exdefensa central catalán explica que su relación con la selección española ya no fue la misma, así como con el público de los partidos de selecciones. Eso sí, ha vuelto a dejar claro que él está por encima de todo esto: «Recibía silbidos allá donde iba, pero también tengo que decir que a mí me gustaba».