Món Esport
El Girona y el Espanyol se quedan a cero en Montilivi (0-0)

El Girona Futbol Club y el Real Club Deportivo Espanyol han empatado a cero en el primer derbi catalán de la temporada (0-0). En un partido donde hubo mucha intensidad, la poca puntería de cara a portería y los dos porteros de ambos equipos, Marko Dmitrovic y Paulo Gazzaniga, fueron las claves para que ambos conjuntos se repartieran un punto con sabor agridulce. El Girona continúa sin ganar este curso y seguirá en posiciones de descenso una semana más, mientras que el Espanyol ya lleva tres jornadas sin conocer la victoria tras un gran inicio, aunque espera continuar en lo alto de la clasificación de la competición doméstica.

La crónica del Girona 0-0 Espanyol

El Girona salió al terreno de juego de Montilivi con varios cambios en el once respecto al último partido, con Míchel Sánchez apostando por el retorno de Vitor Reis y Axel Witsel tras cumplir sus sanciones. En el Espanyol, Manolo González escenificó el regreso de Pere Milla, quien también había cumplido sus dos partidos de sanción y apostó por una alineación ofensiva. Con dinámicas muy diferentes entre los dos equipos, los blanquiazules comenzaron el duelo con más ímpetu e intensidad, asediando la portería contraria y siendo los dueños y señores del balón. Sin embargo, con el paso de los minutos, el Girona reaccionó y el derbi catalán tomó un nuevo rumbo, con un intercambio de golpes y más igualdad sobre el césped.

De hecho, fueron los dos porteros, Marko Dmitrovic y Paulo Gazzaniga, quienes evitaron los primeros goles de ambos conjuntos con atajadas de mérito en varias jugadas. Las ocasiones iban y venían entre ambas porterías, con un ritmo muy alto en ataque entre el Girona y el Espanyol y un juego frenético, y solo las intervenciones de los dos guardianes bajo palos provocaron que el marcador en Montilivi no se moviera durante la primera parte, a pesar de que hubo varias oportunidades. El principal peligro de ambos equipos partió desde las bandas y los posteriores centros al área, pero ambas defensas se mostraron sólidas, así como los porteros.

Vladyslav Vanat, durante el Girona-Espanyol de Liga | Europa Press
Vladyslav Vanat, durante el Girona-Espanyol de Liga | Europa Press

En la reanudación, el Girona comenzó con el dominio del esférico y Vladyslav Vanat tuvo la ocasión más clara del partido. El delantero cazó un rechace justo frente a Dmitrovic, pero el portero del Espanyol se hizo gigante para detener el disparo del ucraniano y evitar que los locales abrieran la lata en los primeros minutos de la segunda parte. Para cambiar la dinámica, Manolo introdujo los dos primeros cambios, con la entrada de Charles Pickel y Edu Expósito para aportar piernas frescas en el medio del campo. Y, de hecho, los blanquiazules estuvieron a punto de adelantarse en el marcador justo después de estos dos movimientos, con un disparo de Carlos Romero desde la frontal que pasó rozando el palo de la portería de Gazzaniga. Por su parte, Míchel también quiso darle un giro al enfrentamiento haciendo entrar a Bryan Gil y Yaser Asprilla para revolucionar el ataque.

A pesar de ello, fue el Espanyol quien, de nuevo, puso el miedo en el cuerpo de los gerundenses con dos jugadas de peligro prácticamente consecutivas. Romero y Pere Milla no tuvieron suficiente acierto para enviar el balón entre los tres palos de la portería del Girona, pero supieron aprovechar la fragilidad defensiva de los locales en las transiciones, uno de los aspectos más negativos de los de Míchel en este inicio de curso. Ante la ineficacia en la delantera, el técnico madrileño decidió que saliera Cristhian Stuani para intentar cazar algún balón, pero la situación no cambió mucho más y, de hecho, no hubo más ocasiones claras en ambas porterías, terminando el partido con un empate a cero en el marcador.



Nuevo comentario

Comparte

Icono de pantalla completa