El sábado 14 de octubre sonarán Els segadors en el estadio de Old Trafford de Manchester. Todo gracias al equipo de rugby a trece, los Dracs Catalans de Perpiñán que han llegado, después de una extraordinaria temporada, a la final de la Superliga europea. Elpase a la final lo consiguieron en la remontada del seis de octubre en el estadio Gilbert Brutus contra el Saint Helena con un trabajado 12 a 6. Los Dracs llegan a la final con moral de victoria, pero con serenidad después de una competición donde ha pesado más la estrategia de equipo y el trabajo diario que la confianza absoluta en las estrellas del equipo.
La final en Manchester contra los Wigan Warriors, equipo con el cual ha empatado a 40 puntos a la clasificación, apunta maneras. Dos equipos ofensivos, fuertes, muy trabados y con ganas de títulos. De hecho, Tom Johnstone, uno de los líderes de los Dracs es uno de los tres finalistas del prestigioso trofeo, Man of Steel 2023, que premia el mejor jugador de la temporada. Un galardón que se librará este martes a Old Trafford, como parte de la fiesta previa de la final. Los Dracs Catalans, que se identifican con la base catalana de la Cataluña Norte, son el único equipo del Estado francés que juega al máximo nivel de la competición. De hecho, es el único equipo catalán que juega a la máxima competición europea de esta modalidad de rugby más ágil. El himno del equipo, Los segadores, suena antes de todos los partidos y la final a Old Trafford no será una excepción.

El secreto de la disciplina
Uno de los secretos de los Dracs Catalans es la disciplina que ha marcado el técnico Steve McNamara. Una buena distribución del equipo, concentración, trabajo y pasión en el campo, y con el apoyo absoluto del público. Como ejemplo, el partido de la semifinal de sábado que llenó a tope el estadio. La afición vive la llegada de la final con desazón pero con ilusión. En este sentido, hay que recordar que en 2021 también llegó a la final, pero perdió 10 a 12 contra el Saint Helena, el equipo que ha despachado a las semifinales. Hay que destacar el número de lesiones de jugadores claves en invierno pasado que encendieron las alarmas. La suerte y su recuperación, pero, pudieron superar el callejón sin salida.
Todo y la ilusión que despierta la final, esta no ha traspasado del todo el Pirineo. Así lo apunta Enric Balaguer, uno de los responsables de comunicación del club, que lamenta el poco seguimiento que tiene un equipo de este nivel en la «Cataluña autonómica». «Cuántos equipos catalanes han jugado final a Wembley y Old Trafford? Os dejo mirar los archivos», pregunta y responde con ironía. En cualquier caso, Old Trafford sábado retronará el grito «Sem Dracs Catalans!» con el espíritu de victoria y sacarse la espina de la final de hace dos años.
