Un grave episodio de violencia en el mundo del deporte ha conmocionado a Italia tras la muerte de un hombre de 65 años, segundo conductor del autobús que transportaba aficionados del Pistoia Basket 2000, después de un ataque con piedras perpetrado por ultras del Sebastiani Rieti, que acababa de perder el partido de la liga A2 que enfrentaba a ambos conjuntos. El incidente tuvo lugar el domingo por la noche, alrededor de las 20:50 h, en la entrada de la autopista Rieti-Terni, poco después de que la policía abandonara la escolta al vehículo. Una piedra lanzada con fuerza atravesó el parabrisas e impactó directamente en la arteria carótida del copiloto, causándole la muerte al instante. En el autobús viajaban 45 seguidores del Pistoia que celebraban la victoria de su equipo cuando comenzaron a recibir pedradas.
Condena unánime al deporte italiano
Tanto el Pistoia Basket como el club de Rieti han expresado su consternación y pésame a la familia de la víctima. “Es un acto atroz. Estamos profundamente conmocionados”, afirmó el club toscano en un comunicado, mientras que el conjunto rival ha trasladado su “más sincera solidaridad”. El ministro italiano de Deportes, Andrea Abodi, también ha condenado los hechos en las redes sociales, calificándolos de “ataque criminal” y lamentando que “alguien pueda morir volviendo a casa después de un partido de baloncesto”. Según varios testigos, el conductor principal solo sufrió heridas leves y tuvo la suerte de poder frenar a tiempo el vehículo para evitar una tragedia aún mayor.
Ma come è possibile morire così, mentre si torna a casa dopo una partita di basket? È sconvolgente l’assalto perpetrato questa sera vicino Rieti da delinquenti che si sono trasformati in assassini e non potranno mai essere definiti tifosi. Lo sport è vita e questi criminali sono…
— Andrea Abodi (@andreaabodi) October 19, 2025
La policía italiana ha abierto una investigación para identificar a los responsables del ataque, que podrían ser acusados de homicidio voluntario. Fuentes policiales han confirmado que durante el partido ya se habían producido incidentes menores entre aficiones rivales, aunque la situación parecía controlada. Este episodio pone de manifiesto la gravedad de la violencia en el mundo del deporte. Aunque en esta ocasión las consecuencias hayan sido trágicas, se dan situaciones similares cada fin de semana en estadios y pabellones alrededor del mundo.