Roger Grimau ha sido presentado como nuevo entrenador del Barça de baloncesto. En un acto donde ha compartido protagonismo con Joan Laporta, presidente del club, el técnico catalán ha escenificado la firma de su contrato, sustituyendo así al lituano Sarunas Jasikevicius. Grimau se ha mostrado muy entusiasmado por esta nueva etapa en el banquillo azulgrana. Ha asegurado que, cuando recibió la oferta, «no lo dudé ni un segundo». A la vez, ha afirmado que está muy nervioso y que es consciente de que se encuentra ante un desafío mayúsculo: «El reto es bestia».

Uno de los elefantes en la habitación durante la rueda de prensa ha sido el caso de Nikola Mirotic. El club anunció hace tiempo que dejaba de contar con él, pero todavía no se ha podido llegar a un acuerdo con el jugador y su representante para firmar una desvinculación. El ala-pívot montenegrino no quiere perdonar ni un céntimo y el Barça no le quiere pagar todo el salario que tiene que cobrar y ahora ya no se descarta la opción de que tenga que acabarse quedando. En este sentido, Grimau no se ha querido mojar mucho. Ha afirmado que es «uno de los mejores de Europa», pero a la vez ha dicho que «el Barça ha sido muy claro con su postura».
Laporta evita el caso Mirotic
Por su parte, Laporta no ha querido hacer declaraciones sobre el caso Mirotic. Sus palabras se han limitado a elogiar a Grimau. Ha asegurado que se trata del comienzo de una «nueva era» y que la elección del entrenador catalán ha sido una «decisión de club», puesto que el Barça ha decidido apostar por un técnico de la casa. Laporta le ha dado las gracias por «aceptar el reto», consciente de la inexperiencia de Grimau. Sin embargo, ha asegurado que la exigencia será «máxima» y le ha pedido luchar por la Liga ACB y la Euroliga.