El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) investigará el polémico comportamiento de Gerard Piqué al final del partido entre el Andorra y el Mirandés, disputado el pasado sábado. Según el acta arbitral, el presidente del club pirenaico se dirigió a los colegiados con un “tono amenazador”, junto al director general de la entidad, Jaume Nogués. El colegiado Alonso de Ena Wolf describió con detalle una escena de tensión que podría tener graves consecuencias para el exjugador del Fútbol Club Barcelona, ahora en su faceta de presidente del Andorra.
Piqué: hasta doce partidos de sanción
El informe recoge que Piqué gritó a uno de los asistentes con una “actitud intimidatoria” y, seguidamente, se acercó a escasos centímetros del árbitro principal para mostrar su desacuerdo con varias jugadas. Siempre según el acta, las palabras del excentral blaugrana fueron consideradas amenazas y obligaron al colegiado a pedir calma ante la presión ejercida. El código disciplinario establece que este tipo de comportamientos pueden ser castigados con una sanción de entre cuatro y doce partidos, una situación que, en caso de confirmarse, dejaría a Piqué en el punto de mira mediático e institucional.
La tensión no quedó reducida al expresidente del Barça. Otros miembros del cuerpo técnico del Andorra también protagonizaron episodios polémicos: el encargado de material ya ha sido sancionado con dos partidos tras insultar a los árbitros, y el entrenador de porteros fue amonestado por sus gestos reiterados de desaprobación. Incluso, la situación requirió la intervención de la policía para garantizar la seguridad del colectivo arbitral en su salida del Estadio Nacional de Andorra. Este incidente supone una nueva polémica para el proyecto de Piqué al frente del club, que ya había sido objeto de atención por sus controversias fuera del terreno de juego. Ahora, el Comité de Disciplina de la RFEF deberá determinar hasta qué punto las acciones del presidente traspasaron los límites y si merecen un castigo ejemplar.
