El Real Madrid ha vuelto a plantar la gala del Balón de Oro y ningún representante institucional del club blanco estará presente esta noche en el Théâtre du Châtelet de París. Ni el presidente Florentino Pérez, ni Emilio Butragueño, habitual en este tipo de eventos, acudirán al acto, manteniendo así la postura de protesta iniciada en 2024, cuando el club decidió no asistir al considerar que Vinícius Júnior había sido injustamente privado del galardón. Ese año el trofeo fue a manos de Rodri, y desde entonces el Madrid sostiene que ni L’Équipe, organizadora del premio, ni la UEFA han mostrado ningún gesto de desagravio hacia el club ni su jugador.
Solo una representante del Madrid en la gala del Balón de Oro
A pesar de la ausencia institucional, los futbolistas y las futbolistas nominados han recibido libertad para asistir a título personal. Entre los siete madridistas candidatos están Mbappé, Bellingham y el mismo Vinícius al Balón de Oro masculino; Caroline Weir y Linda Caicedo al femenino; Huijsen y Caicedo al Trofeo Kopa, y Courtois al Trofeo Yashin. Sin embargo, solo Weir ha confirmado su presencia en París. El resto, entre la preparación inmediata del partido contra el Levante y la sintonía con la postura oficial del club, han descartado el viaje. De esta manera, la escocesa será la única voz blanca en una ceremonia que suele ser un gran escaparate mundial.

La decisión del Madrid refuerza la sensación de distancia con la UEFA y con la organización del galardón, mientras se evidencia una proximidad mucho mayor con la FIFA, como se vio durante el pasado Mundial de Clubes. El mensaje de la directiva blanca es claro: el Madrid no estará en ningún escenario donde considere que no se le ha respetado, una protesta que lleva tiempo. Así, lo que inicialmente parecía una respuesta coyuntural tras la edición de 2024 se ha convertido en una postura mantenida sine die, probablemente hasta que un jugador del Madrid vuelva a ganar el galardón.