El Real Madrid se ha llevado su 20ª Copa después de la victoria de hoy ante Osasuna en la final disputada en el estadio de la Cartuja de Sevilla (2-1). Un doblete de Rodrygo le ha valido al conjunto blanco para sobreponerse al anhelo de un conjunto navarro que, a pesar de todo, no se ha rendido en ningún momento. El brasileño ha marcado el primer gol asistido por Vinícius cuando aún no se había llegado a los dos minutos de partido (1:47′), el segundo más rápido en una final de Copa después del de Tamudo (1:27′ en el Espanyol-Zaragoza del 2006).
Después de unos primeros 45 minutos muy intensos y con rifirrafes y provocaciones constantes —sobre todo, por parte de Vinícius—, el partido ha llegado al descanso con victoria por la mínima de los de Ancelotti. En la segunda mitad, los blancos han empezado peor y se han relajado demasiado ante un Osasuna que ha arrancado dominando el partido tras la reanudación y lo ha aprovechado para conseguir la igualada: Lucas Torró ha recogido un rechace, no se lo ha pensado dos veces y ha espetado un buen disparo para poner la pelota al fondo de las mallas (1-1, 58′).
A pesar de todo, Rodrygo y Vinícius han seguido haciendo de las suyas y el dúo brasileño ha reaparecido para coger nuevamente la delantera. Después de una buena jugada por banda izquierda de Vinícius y de un mal rechace de la defensa navarra, un Rodrygo atento al segundo palo ha recogido el esférico para marcar pese a la salida del portero Sergio Herrera (2-1, 70′). Nuevamente, en ventaja y este ya sí que definitivo. Osasuna lo ha continuado intentando, pero el Madrid se ha defendido y Karim Benzema ha acabado levantando el trofeo al cielo de Sevilla.
La segunda decepción copera de Osasuna
La final de Copa disputada esta noche de sábado se ha convertido en una noche histórica para Osasuna y por el fútbol de Pamplona y Navarra por el hecho de que apenas haya sido su segunda final, después de perder la del 2005 ante el Betis. El conjunto navarro está haciendo una gran temporada que podría haber acabado poniendo la guinda al pastel, pero se marchan de la Cartuja siendo finalistas, puesto que el Madrid se ha llevado el trofeo nueve años después de haberlo hecho por última vez. A pesar de todo, los de Arrasate parten de Sevilla orgullosos por la gesta que han conseguido en un fútbol cada vez más centralizado en favor de los clubes que conforman la élite.
