El Girona y el Espanyol se han enfrentado este sábado en el Estadio de Montilivi, con victoria favorable al conjunto rojiblanco (2-1). Aun así, el duelo catalán ya había empezado a jugarse previamente en las redes sociales. El club gironí había anunciado que ya no quedaban entradas para el partido, y aprovechado para recordar que «tener actitud de aficionado visitante en zona local puede suponer la expulsión del estadio». La respuesta de la Federación Catalana de Peñas de la Espanyol (FCPE) no se hizo esperar: en un comunicado publicado en Twitter, la FCPE aseguró que luciría «con respeto y orgullo el sentimiento blanquiazul» y que esta es su actitud.
La tensión marcó la previa del partido y también el transcurso de los 90 minutos. La polémica de la semana sobre las normas en el estadio del Girona no ha podido evitar escenas de rifirrafes y lanzamiento de objetos cerca de la zona visitante.
Incidentes en las graderías
Es evidente que este derbi catalán ha ido cogiendo un cariz polémico con el paso de los años. Se han producido algunos incidentes entre aficiones de Girona y Espanyol a los graderíos de Montilivi. Dos aficiones que han vivido con nervios el transcurso de un partido marcado también por la polémica. Estas son algunas de las imágenes que algunos forofos han vivido a los graderíos y denunciado, posteriormente, en las redes:
«Si digo el que quiero me sancionarán»
Así de contundente se ha mostrado Sergi Darder. El centrocampista mallorquín del Espanyol ha preferido morderse la lengua antes de hablar de la actuación de Miguel Ángel Ortiz Arias, un árbitro que ha disgustado la expedición de la Espanyol, en especial las decisiones que el madrileño ha tomado en el tramo final del partido de Montilivi. Para el capitán blanquiazul hay tres jugadas que decantan el partido en su contra: los dos goles locales y la roja a Sergi Gómez: «César Montes dice que le hacen falta en el primer gol. En la jugada de la expulsión de Sergi Gómez, el árbitro se pone en medio del balón. Respecto al último gol, me dicen que no son ni el córner ni el penalti que marca Stuani. Si digo lo que quiero… me sancionarán«, ha sentenciado.
Así pues, podríamos decir que tanto la tensión del matx como también la de las graderías han ido en paralelo. Montilivi ha registrado una entrada de 12.851 espectadores, de los cuales 400 aficionados blanquiazules instalados en uno de los córners del estadio. La policía ha tenido que intervenir a la media parte para separar algunos aficionados. Durante el tramo final de partido, las fuerzas de seguridad han tenido que actuar con más dureza porque la tensión ha acabado estallando, como se puede ver en las imágenes.
