El VAR ha sido el gran protagonista de la trigésima jornada de Liga. Como no podía ser de otro modo, ha sido el protagonista negativo, puesto que muchos de los partidos de este fin de semana han sido marcados por malas decisiones del sistema de videoarbitraje, como por ejemplo la victoria del Real Madrid en Balaídos contra el Celta de Vigo. El Real Club Deportiu Espanyol no ha sido una excepción y en la derrota al estadio de la Real Sociedad también se habla más de polémica arbitral que de cualquier otra cosa. En dos acciones de la segunda mitad, el VAR ha estado determinando para cambiar la lógica e indicar el contrario del que se ha podido ver a las respectivas repeticiones. En cualquier caso, los vascos, que han estado superiores en el Espanyol en líneas generales, se han llevado una victoria que ha sido muy cruel para los catalanes, puesto que se ha hecho efectiva en el último minuto del choque (1-0).
La crónica de la derrota del Espanyol en Anoeta contra la Real Sociedad
Hay que tener en cuenta que los de Vicente Moreno llegaban muy menguados por lesiones a este partido tan exigente. El delantero Raúl de Tomás, el portero Diego López y el centrocampista Nico Melamed, todos ellos jugadores importantes, no han podido estar disponibles para el técnico valenciano, cosa que ha estado muy importante. Aun así, los blanquiazules han podido resistir bien las embestidas de los locales en la primera mitad, gracias al acierto del portero suplente Oier Olazábal y a una muy buena defensa, e incluso se han podido avanzar al marcador, cosa que no ha estado posible por los pelos. A la reanudación, Alexander Sorloth ha marcado para la Real Sociedad, pero el VAR ha intervenido para invalidar la diana. Ha sido una decisión muy extraña, puesto que se ha señalado una falta sobre Leandro Cabrera muy dudosa. En cualquier caso, el Espanyol ha ido haciendo con esta fortuna hasta la última acción del partido, donde lo VAR también ha confirmado un penalti del mismo Cabrera que parecía inexistente. Alexander Isak lo ha transformado y de este modo el Espanyol ha marchado de Anoeta con una derrota merecida, pero cruel dadas las circunstancias.
