El tenista de Manacor Rafa Nadal ha ganado recientemente su decimocuarto Roland Garros, que supone el Grand Slam número veintidós de su carrera. Lo ha hecho sin sentir el pie izquierdo, puesto que, a causa de la enfermedad de Müller-Weiss, sufre un dolor terrible que no le permite jugar. La solución que han encontrado sus médicos ha consistido en bloquear los nervios sensitivos de la zona que le hace daño para evitar que pueda notar el dolor, a la vez, sin embargo, que pierde el tacto del pie. Si bien hasta ahora esto se había considerado una gesta casi sobrehumana, han aparecido voces que lo critican e incluso acusan el tenista de dopaje.
El ciclista Guillaume Martin acusa a Rafa Nadal de dopaje
Concretamente, el ciclista francés Guillaume Martin ha sido el encargado de liderar los ataques a Rafa Nadal. Se trata de un deportista de élite con algunos triunfos destacados en su carrera, así que es una voz de autoridad. Martin, en una entrevista con el diario L’Équipe, ha asegurado que «si un ciclista hiciera lo mismo que Nadal, dirían que se ha dopado». Ha defendido que las infiltraciones «están muy al límite» de aquello que él considera legítimo en un deportista, puesto que, dice, «utilizan sustancias para soportar el dolor». Afirma que nadie ha criticado a Nadal, porque en el tenis el dopaje no está tan perseguido como en el ciclismo.
La SEMED responde que «las infiltraciones no son dopaje»
Ahora bien, estos ataques de Martin han provocado una reacción inmediata de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) para dejar claro que «la infiltración no es dopaje». De hecho, la SEMED ha querido recordar al ciclista francés que en su disciplina también está permitido usar esta técnica para bloquear zonas de dolor y que esto no tiene nada que ver con sustancias que mejoran el rendimiento de los deportistas de forma directa. Es más, los médicos también defienden que es un tratamiento que puede utilizar cualquier persona, puesto que es muy efectivo cuando hay un dolor muy intenso.