La de Carlos Alcaraz comienza a ser una cuestión seria. Si algún día no lo ha sido. Después de haber maravillado al público del tenis con grandes proezas, la noche del miércoles al jueves ha hecho una bestialidad. En los cuartos de final del US Open ha derrotado al italiano y viejo conocido Jannik Sinner en una exhibición de juego, de mentalidad y de estadísticas. El murciano ha pasado a las semifinales del Grand Slam convirtiéndose en el más joven en hacerlo en un torneo de estas características desde 2005, completando el segundo enfrentamiento más largo de la historia del torneo estadounidense.
Alcaraz llegaba con fuerza a la contienda. Lo hacía después de haber dejado por el camino Sebastian Báez, Federico Coria y Jenson Brooksby sin ceder un solo set y, en la ronda de octavos, superando al talentoso Marin Cilic, número quince en el ranking ATP, necesitando una quinta manga. Pero también lo hacía siendo el tenista más ganador del año en cuanto a trofeos (con cuatro, empatado con Rafa Nadal), ya victorias (49). Llegaba al partido como candidato para seguir haciendo cosas importantes, aunque no lo tenía todo a favor.
Alcaraz, contra su verdugo en Wimbledon
Y es que el rival, Sinner, había sido verdugo del español en los dos últimos enfrentamientos que ambos habían disputado. El más sonado, el que dejó Alcaraz sin opciones en Wimbledon. Era el clásico de las jóvenes promesas, de los tenistas del hoy y del mañana. Español e italiano tienen 19 y 21 años respectivamente. A diferencia del torneo en All England Club, esta vez el pupilo de Juan Carlos Ferrero ha empezado fulgurante: parcial de 2-0, remontada del transalpino, y punto de inflexión en el sexto juego, sacado por él, con un remate inapelable para hacer el 3-3 y volar hasta el 6-3.
Después Sinner se ha arremangado y se ha concentrado más. Esto ha supuesto que haya ganado los siguientes dos sets. Con máxima igualdad, eso sí, ya que ha requerido sendas tie breaks. Al primero se ha impuesto con un 9-7, y después de haber salvado nada menos que cinco bolas de sed del español… y de un punto de época.
Corría el 6-5 a favor de Sinner, y el 40-0 en el último juego, pero el número once del mundo se repuso y acabó remontando. En el tercer set, el italiano evitó que el español triunfe con heroicidad, rompiendo un juego cuando el segundo también tenía un 6-5 favorable. Esta vez, en el tie break se ha dado un asombroso 7-0 con un tenis agresivo.
Alcaraz salva una bola de partido en contra…
Esto, sin embargo, ha dado paso a una reacción demoníaca de Alcaraz. Estaba perdiendo el choque, y ya no tenía margen de error. 1-2 en contra. Pero dos roturas de servicio de Sinner han provocado que el italiano quedara a pocos puntos de pasar de ronda y volver a dejar por el camino a Carlitos. En el juego que podía resultar decisivo, además, servía Sinner. Pero Alcaraz ha vuelto a sobrevivir en la tormenta. Con incluso una bola de partido en contra, ha sacado lo mejor de sí. Ha pasado del 4-5 adverso al 7-5 y, por tanto, a empatar a dos e ir a la prórroga del quinto set.
… Y con cuatro juegos seguidos, derrota Sinner
Después de repartirse golpes, Sinner ha ganado el primer break del definitivo set. 2-3, que ha sido el definitivo punto de inflexión para el ibérico. Y es que desde entonces, nada ha cedido. Se ha puesto en modo apisonadora y no ha dado opción. ¡Cuatro juegos seguidos! De esta forma, ha firmado el 6-3 y, al mismo tiempo, el tercer y definitivo siete. Un set que ha dejado paso al récord del partido en la historia de este torneo que ha terminado más tarde (a las 2:51 de la madrugada). «Tienes que creer en ti mismo. La esperanza es lo último que se pierde», ha recordado el tenista al presentador de la cita, una vez ha terminado.
Si sigue creyendo en sí mismo de esta manera, podría ganar su primer torneo mayor. El viernes disputará la semifinal contra el local Frances Tiafoe. Es muy favorito, especialmente debido a que saldrá a pista siendo el tercer mejor tenista según el ranking ATP, y su rival, el vigésimo segundo. Al otro lado del cuadro, jugarán el ruso Karen Kachanov (número 26) contra el noruego Casper Ruud (número cinco). Con Nadal y Novak Djokovic fuera de combate, y tras la brutalidad expuesta, nadie duda del cartel de Alcaraz de favorito. Pase lo que pase, ya ha dejado claro que es el nuevo diablo de este deporte.
