Míchel Sánchez, entrenador madrileño del Girona Fútbol Club, se ha ganado el corazón de toda la afición rojiblanca y de toda la ciudad. No es solo la forma con la cual dirige al equipo y el hecho que esté consiguiendo grandes resultados a partir de un juego vistoso y efectivo, va mucho más allá. Desde el primer momento en que puso un pie en Cataluña, Míchel empezó a aprender catalán. Cuando solo hacía unos meses que era técnico del Girona, pidió que le hicieran las preguntas de la rueda de prensa en la lengua con la que hablara el periodista en cuestión y a partir de cierto momento se soltó con el catalán. Despacio, se ha ido acostumbrando y es habitual que haga las ruedas de prensa en las dos lenguas, dependiendo del idioma con el que se le haga la pregunta.
Ahora, en una entrevista en Radio Barcelona, ha explicado los motivos que le han llevado a aprender catalán y ha dado una lección a todas aquellas personas que atacan cosas tan normales como la inmersión lingüística: «Estoy aprendiendo catalán porque es cultura y por educación. Creo que es la mejor forma de integrarme». Él dice que en Girona, en Cataluña, es feliz y se ha encontrado muy acogido. Por lo tanto, para sentirse todavía más integrado, cree que lo más normal es aprender la lengua que hablan sus conciudadanos. «No me parece nada excepcional», deja claro, «quién lo critica es un inculto y un cercado de mente».
Además, ha explicado que una de las cosas que más valora de la ciudad gerundense es que se «respira fútbol» y que su trabajo es muy valorado. Ha hablado muy bien de la estrella del equipo, Cristhian Stuani, y ha denominado a Pep Guardiola i Juan Carlos Unzué como referentes.
