Cuatro victorias consecutivas en cuatro partidos de Liga permiten soñar con aquello más ambicioso. El Girona de Míchel, que empezó las primeras jornadas de la temporada en zona de descenso, tiene el ascenso directo a solo siete puntos cuando todavía quedan nueve duelos para el final de la competición y, por lo tanto, veintisiete puntos en juego. Los catalanes han dado un paso de gigante en su lucha para el ascenso directo después de derrotar al Almería en el estadio de los Juegos Mediterráneos (0-1) en un partido cargado de polémica por unas decisiones arbitrales y del VAR muy extrañas en el tramo final de la segunda mitad. En cualquier caso, el Girona ha quitado tres puntos a un rival directo y se los ha llevado a Montilivi para mantener la gran dinámica ganadora.
Borja García marca el único gol del partido
Después de más de un año y medio en estado de sequía, el futbolista madrileño rojiblanco Borja García ha vuelto a ver portería. El duelo ha empezado con un error grave de Juan Carlos que ha estado a punto de acabar con el primero del Almería, pero Dyego Sousa ha estado muy poco acertado y ha fallado su chut. En la acción prácticamente posterior, en el minuto trece, Samu Sáiz ha dado un gran pase a Borja, que ha cruzado su remate al palo largo del portero y ha definido a la perfección para avanzar a los catalanes. La primera mitad ha estado caracterizada por un dominio alterno de ambos conjuntos, pero los visitantes han tenido las oportunidades más claras. Aun así, no han podido hacer nada más.
El VAR, triste protagonista del final del partido
En la segunda mitad el Girona ha perdido el control y el Almería ha merecido mucho más. Juan Carlos ha estado fundamental bajo palos para evitar el empate andaluz, pero todo esto ha pasado a un segundo término a partir del minuto 85. Aleix García ha estado muy inconsciente y ha dado un puntapié en la panza de un rival cerca del área. El árbitro ha señalado falta, pero el VAR lo ha revisado y ha dictaminado que era penal. El cierto es que el impacto ha parecido producirse fuera del área, pero en cualquier caso, Juan Carlos ha vuelto a ser vital para parar el lanzamiento. En su rechazo, el Almería ha estado a punto de marcar, pero por fortuna, la pelota no ha querido entrar.
Ahora bien, el VAR ha vuelto a entrar de forma sorprendente y ha decidido que el penalti se volviera a chutar, porque varios jugadores de ambos equipos habían entrado al área antes del chut. Reglamento en mano es una decisión correcta, pero ha perjudicado claramente al Girona y no se acostumbra a señalar, a la vez que el primer penalti ya era más que dudoso. El destino, sin embargo, ya había decidido que los tres puntos serían catalanes y Juan Villar ha fallado su lanzamiento y lo ha enviado a las nubes. Los gerundenses han enloquecido de alegría, pero también de indignación y el árbitro ha acabado expulsando a Borja García por las protestas. Final de partido surrealista, pero final feliz al fin y al cabo.
