Robert Lewandowski, jugador del Fútbol Club Barcelona, se ha reunido este martes con uno de los mejores delanteros de la primera década del siglo XXI, el ucraniano Andriy Shevchenko . Lo han hecho en el estadio nacional de Varsovia, en la capital polaca. Y han anunciado que el capitán de la selección polaca lucirá un brazalete de capitán con los colores de la bandera ucraniana en el Mundial, en honor al pueblo ya las víctimas de este país como consecuencia de la invasión de Rusia que empezó en febrero y que todavía está vigente.
Las emocionantes palabras de Shevchenko y Lewandowski
Shevchenko, que le ha entregado el brazalete, le ha transmitido que «este brazalete simboliza para mí muchas emociones relacionadas con mi país. Las emociones bonitas, y también las de los últimos meses. Te agradezco a ti ya toda la nación polaca para apoyar a mis compatriotas». Y el goleador azulgrana le ha contestado que «la libertad es uno de los derechos más importantes. Apoyarte, apoyar a Ucrania y estar a su lado es algo para mí natural».
Lewandowski podría lucir el brazalete esta semana
Lewandowski, pues, lucirá la pulsera en el Mundial pero podría hacerlo también inminentemente. Su selección jugará en este parón de selecciones dos partidos de la UEFA Nations League: contra los Países Bajos de Frenkie de Jong y Memphis, el próximo jueves, y contra la Gales de Gareth Bale , el domingo. Y en estos enfrentamientos ya podría iniciar su homenaje a Ucrania.
Eso sí, no sería la primera vez que tiene un gesto con el país afectado por las decisiones bélicas de Rusia. Y es que en el primer partido que jugó tras el estallido de la invasión, el 26 de febrero contra el Eintracht de Frankfurt, Lewandowski ejerció como capitán y llevó un brazalete similar al que ha recibido en manos del exdelantero del Chelsea o del Milan Shevchenko.
Además, semanas más tarde se dio la circunstancia de que Polonia debía disputar un partido correspondiente a la repesca para el Mundial de Qatar contra la selección de Rusia. Ante esto, Lewandowski, como capitán, lideró el boicot que el conjunto polaco hizo, y que acabó provocando que la FIFA eliminara a los rusos de la competición.