El París Saint-Germain ha unido a tres de los mejores delanteros del mundo. O los tres mejores, incluso, con el permiso de Erling Haaland y Robert Lewandoswki. Nasser Al-Khelaifi y los demás jeques qataríes están fichando los últimos veranos al igual que un usuario de videojuegos de fútbol ficha en la ficción. Una delantera formada por Neymar Jr, Kylian Mbappé y Leo Messi parece más propia de la fantasía que de la realidad. Pero es la realidad. Una realidad que, sin embargo, todavía no ha terminado de responder a las expectativas.
Y es que el pasado verano, después de que los dirigentes del club parisino pusieran la cereza del pastel con la incorporación del siete veces Balón de Oro, había quien comparaba la tripleta atacante mencionada con la que formaron los propios Neymar y Messi en Can Barça, con Luis Suárez y durante la etapa de Luis Enrique en el banquillo azulgrana. Pero la realidad es que el brasileño, el argentino y el francés están muy lejos incluso de igualar la complicidad y las cifras de la célebre MSN.
Si bien el PSG lidera con solvencia la Ligue 1 y tiene un pie en los cuartos de final tras una muy meritoria victoria por 1-0 ante el Real Madrid, sus tres delanteros no están luciendo en su conjunto. Lo hacen de forma solista. Mbappé está siendo la gran figura. El campeón del mundo tiene las mejores estadísticas y, sin ir más lejos, fue el artífice de la victoria en los reyes de Europa la semana pasada. Pero no tiene la complicidad citada con Messi. Si bien ambos se han repartido asistencias, todavía necesitan adaptarse el uno al otro. Es ley de vida.
Así lo ha admitido el propio Messi en una entrevista concedida al club francés. En ésta, aseguró estar «feliz» en el PSG. En la línea de sus nuevos compañeros, ha explicado que «a Di María ya Neymar ya les conozco, de la selección y del Barcelona. A Mbappé no le conocía ni dentro ni fuera del terreno de juego». El argentino ha reconocido que «poco a poco nos vamos conociendo más y sobre todo en el campo para intentar relacionarnos y ver cómo nos sentimos cómodos el uno con el otro… Es bonito estar con los mejores en el campo, tuve la suerte de hacerlo muchos años en el Barça y hoy me toca aquí. Estoy feliz y con ganas de seguir haciéndolo».
