El Paris Saint -Germain es un club que, aunque este verano ha intentado cambiar de rumbo, sigue estando liderado por estrellas. Es el equipo menos convencional de los grandes de Europa, si se le puede otorgar esta condición. Tras la extraña renovación de su nave insignia, Kylian Mbappé, ahora, nada más empezar la temporada, ya ha comenzado una crisis en el vestuario que podría tener consecuencias muy negativas.
Hay que ir por partes, porque han pasado varias cosas. Todo se inicia en el encuentro de Ligue 1 que los parisinos ganaron el pasado fin de semana en casa, contra el Montpellier, por 5-2. Los visitantes provocaron un penal en el minuto 23, cuando el marcador indicaba la igualada a cero. Quien se encargó de chutarlo fue el propio Mbappé. Y, a contrapronóstico, lo erró. Minutos después, y afortunadamente por los intereses del club presidido por Nasser Al-Khelaïfi, éste se adelantó gracias a un gol en propia de sus rivales.
Al poco tiempo, el PSG volvió a disponer de un penalti. Esta vez, Neymar cogió el balón. Disparó el penalti aunque Mbappé le hubiera pedido que le volviera a dejar a él. Pero el brasileño hizo caso omiso y estableció el 2-0 en el marcador. Acabado el partido, trascendió en Twitter que el propio Neymar indicó que le gustan unos tuits escritos a su favor y contra Mbappé.
La primera, publicada por el usuario @portalbrasilfut, dice lo siguiente: «Hoy, en el partido del PSG, Neymar ha marcado y humillado al portero (una vez más) en el penalti. Mbappé, en cambio, ha chutado muy mal y ha fallado. Tras el partido, el entrenador ha dicho que Mbappé será el principal chutador de penaltis del equipo para la temporada. ¡Un absurdo!».
El otro tuit en cuestión, publicado por @Neymargiabr, dice lo siguiente: «Ahora ya es oficial, Mbappé es quien chuta los penaltis al PSG. Claramente esto es una cuestión de contrato, para que en ningún club del mundo que tenga Neymar, ¡sería el segundo lanzador, en jefe! Parece que por el contrato, Mbappé es el propietario del PSG!».
Aquí, sin embargo, no se acaba el conflicto. Porque volviendo a la contienda entre el PSG y el Montpellier, Mbappé protagonizó una imagen surrealista y nada profesional. En un contragolpe comandado por el centrocampista de los locales Vitinha, el campeón del mundo acompañaba la jugada en una buena disposición para recibir el balón y terminarlo. Sin embargo, su compañero se ha decantado por cederla hacia Leo Messi. Y cuando esto ocurrió, Mbappé hizo un gesto de rabia, se detuvo y no continuó la jugada. De haberlo hecho, podría acabar incluso marcando, puesto que la jugada requería un rematador en el área.
Por otra parte, después del partido en cuestión, correspondiente a la segunda jornada del campeonato francés, el periodista Romain Molina ha magnificado la situación con un nuevo tuit: «No es un problema de penaltis en el PSG, es una preocupación de que un jugador pida a su dirección que eche a otro jugador (aunque cree que este último no se daría cuenta). Nada más complicado que eso».
Con esto, se refiere a que Mbappé ha pedido a los dirigentes del PSG que traspasen a Neymar. Un grave escándalo que no hará más que torpedear la búsqueda del equipo de Christophe Galtier de cumplir con los objetivos básicos, ganarlo todo a nivel nacional, y con el sueño de los jeques qataríes, levantar la Champions League. Y es que para hacer esto no sólo es necesario tener buenos jugadores, sino también un buen ambiente.
