José Mourinho es conocido, entre otros motivos, por ser un entrenador temible. Por ser un hombre explosivo. Enérgico. Intenso. Tanto en la victoria como en la derrota. Pese a que el portugués irrumpió en la élite del fútbol con dos triunfos continentales históricos, con el Oporto y el Inter de Milán, y grandes etapas en el Chelsea y el Real Madrid, últimamente no está obteniendo buenos resultados. Esta temporada, su Roma está efectuando una temporada muy irregular. Si bien hicieron los deberes en la competición europea de bronce, la Conference League, al clasificarse como primeros de grupo para la siguiente ronda, en las competiciones domésticas están atravesando problemas.
Y es que en la Serie A son ahora séptimos, si bien están sólo a seis puntos de las plazas de Champions. Pero el pasado martes cayeron eliminados de una Copa de Italia que se presumía como un título balsámico. Lo hicieron en cuartos de final, y en manos del Inter de Milán. La derrota generó mucha tensión en el entrenador. Tanta, que en el vestuario sus futbolistas tuvieron que pagar los platos rotos. Y es que Mourinho los abucheó, en presencia de su cuerpo técnico y los fisioterapeutas.
Así lo ha explicado el Corriere dello Sport. Según el medio italiano, Mourinho comenzó su intervención preguntando a los futbolistas «por qué, cara a cara con el Inter, al igual que le pasó contra el Milan (refiriéndose a un partido contra el equipo rojinegro al que perdieron por 3-1), se cagan los primeros diez minutos. Todos, nadie queda excluido».
El extécnico del Madrid prosiguió su discurso cuestionando que «¿por qué durante dos años se han mostrado pequeños ante los mayores? Si somos pequeños, los árbitros nos tratan como un equipo pequeño! Tratan a la Roma como a un niño. El Inter es un gran equipo y en lugar de encontrar la motivación se cague encima!». Por tanto, una vez más, el entrenador ha justificado una derrota mencionando a actores ajenos, como los árbitros o sus propios futbolistas, por no hacer autocrítica.
Finalmente, Mourinho exclamó que «el mayor defecto de un hombre es la falta de huevos, la falta de personalidad», preguntando a sus futbolistas si tienen «miedo a partidos como estos» y, finalmente, abucheándoles que vayan «a jugar a la Serie C!» (es decir, en la tercera división italiana).
