Sergio Busquets es el capitán del primer equipo masculino del Fútbol Club Barcelona desde la marcha de Leo Messi a París Saint-Germain (PSG). Hasta el momento, el de Badia del Vallès es lo que se conoce como un one club man, es decir, un jugador que ha desarrollado toda su carrera en un único equipo. Con 33 años y el contrato vigente, se espera que su futuro en el Barça todavía tenga que durar un buen tiempo, puesto que hasta el momento no hay ningún otro futbolista que haya sido capaz de quitarle el lugar.
Aun así, en las redes sociales ha aparecido de repente una campaña salvaje contra el capitán azulgrana. Con el hashtag «#BusquetsAlBanquillo», se han hecho millones de tweets para pedir la suplencia del centrocampista catalán. Todo ello ha estallado después de que perdiera la pelota que supuso el primer gol del Real Madrid en el clásico de Supercopa. Ahora bien, más allá de este error puntual, que sí que hay que decir que fue muy grave, su rendimiento con Xavi Hernández al banquillo ha crecido de forma exponencial y su rendimiento en la posición de pivote defensivo es excelso. Con el equipo ordenado y sin la necesidad de tener que cubrir espacios que no son el suyo, ha vuelto a mostrar su mejor versión, del mismo modo que hace en la selección española de la mano de Luis Enrique.
Es por eso que el Barça ha mostrado su mosqueo con esta situación. El directivo del club Mikel Camps ha reaccionado en las redes sociales con un tweet de desconcierto y sorpresa por esta campaña: «Estos últimos días he estado poco por aquí y no soy consciente de esta «campaña» pero tengo muy claro mi absoluto apoyo y respeto para Sergio Busquets, solo podemos tener agradecimiento por todo el que nos ha dado y seguro que nos continuará dando, siempre contigo capi!». Este tuit también ha generado mucho rechazo y, posteriormente, Camps lo ha atribuido todo a una «campaña sin precedentes». Según varios usuarios de Twitter, todo se podría deber a la intervención de bots, es decir, perfiles falsos creados en masa para desprestigiar la figura de Busquets. Si esto fuera cierto, habría que saber quién está detrás y con qué objetivo.
