En la serie de conclusiones que ha dejado la celebración del Trofeo Joan Gamper, hay una muy positiva. Sí, la mayoría lo son, pero ésta es una con la que poca gente contaba. En una primera mitad estelar del Fútbol Club Barcelona contra el Pumas mexicano, y más allá de la recién nacida sociedad formada por Robert Lewandowski y Pedri González, dos hombres brillaron y demostraron su mutuo entendimiento: Ousmane Dembélé y Raphinha.
Xavi Hernández lo dejó claro de entrada, ya que alineó a ambos en el once inicial. Sí: pueden jugar a la vez. Al principio parecía que ambos serían la opción barcelonista para ocupar la posición del extremo derecho. Es decir, que ambos deberían luchar por hacerse con la titularidad en el margen derecho del ataque ofensivo. Por tanto, que deberían repartirse los minutos. Pero no será así.
Ambos han demostrado, por un lado, que pueden jugar en ambos lados. No tienen ningún problema. Ya se sabía que Dembélé es ambidestre, y que por tanto está hecho por eso. Pero Raphinha también lo ha dejado patente. Es, por tanto, una gran solución. Ansu Fati está volviendo a la actividad después de una larga lesión, y el rendimiento de Ferran Torres y Memphis Depay, quien podría irse a este mismo mercado de fichajes, ha sido irregular hasta ahora.
De este modo, Raphinha y Dembélé podrían conformar, al menos de entrada, a el tridente con el gran Lewandowski. Además, la otra buena noticia del Gamper es que no sólo pueden jugar juntos, sino que también se entienden. Así lo demostraron en el tanto que el mosquito anotó. Nació fruto de una buena jugada y una buena asistencia del ex jugador del Leeds en la banda derecha. Se encontraron en el gol y en la celebración, ya que se abrazaron como los buenos amigos en el patio de la escuela.
Precedentes de la sociedad Dembélé-Raphinha
Esto, sin embargo, no es la primera vez que ocurre. Es la rúbrica de una sociedad que se ha ido forjando en verano. Dembélé ha sido el máximo anotador de la pretemporada y, sin ir más lejos, en el último partido de la gira estadounidense, contra los New York Red Bulls, recibió un pase de gol del propio Raphinha. Allí, de hecho, ambos disputaron el primer acto juntos y también fueron de la partida con Lewandowski. Y antes, habían coincidido veinte minutos en el clásico de Las Vegas.
Volviendo a la actualidad, una vez acabó el partido contra el conjunto de Dani Alves, otro de los triunfadores de la noche, Pedri, aseguró que «los bonos siempre se’ entienden». Pues con el brasileño y el francés ocurre lo mismo. En los amistosos veraniegos ha pasado, y previsiblemente va a seguir pasando. El ataque azulgrana, por fin, tiene dinamita, y tiene mucha.