La secretaría técnica del Futbol Club Barcelona ya trabaja en la confección de la plantilla para la temporada 2023-2024. Incorporar nuevos futbolistas no será una tarea sencilla, porque la situación económica de la entidad no permite grandes traspasos. Ahora bien, Joan Laporta ya anunció que habría fichajes, como también explicó que se tendría que hacer caja con la venta de algunos miembros de la actual plantilla. Por otro lado, los azulgranas se quieren asegurar la continuidad de las piezas importantes para Xavi Hernández. Una de ellas es Sergio Busquets que, a pesar de tener 34 años, continúa siendo indispensable para el estilo de juego culé. La otra es Ousmane Dembélé, un jugador diferente y del cual Xavi está enamorado.
El futuro de Busquets continúa en el aire
El capitán del Barça todavía no se ha pronunciado sobre su futuro. Busquets acaba contrato este verano y todavía no ha tomado una decisión definitiva. Desde el club son muy claros: quieren que continúe una temporada más. Xavi lo continúa considerando un jugador insustituible en la sala de máquinas y, a pesar de que la edad se va notando, con el balón en los pies es diferencial. A principio de la presente campaña parecía claro que el de Badia del Vallès haría las maletas al extranjero, pero la insistencia del entrenador y el presidente para que se quede, lo puede haber hecho cambiar de opinión. En cualquier caso, la entidad barcelonista quiere cerrar su renovación cuanto antes mejor.
Se quiere blindar a Dembélé con la cláusula
Ousmane Dembélé estaba en su mejor momento como futbolista del Barça, pero una desafortunada lesión en Montilivi lo apartó de los terrenos de juego. Su recuperación está cumpliendo los pasos previstos y podría ser que el francés volviera a pisar el césped después del Clásico del próximo domingo. Después del culebrón del verano, el ex del Borussia Dortmund acabó renovando su contrato y se ha convertido en un jugador indispensable para Xavi. Está vinculado con los azulgranas hasta el 2024 y el club quiere renovarlo. Habrá que ver cuál es ahora la postura del delantero y de su agente, pero parece que ambas partes están condenadas a entenderse. Actualmente, su cláusula de rescisión es de 50 millones de euros. El Barça la quiere aumentar.