No pudo ser, el Fútbol Club Barcelona femenino cayó ante el Olympique de Lyon en un partido que Giráldez y sus jugadoras sabían que no sería sencillo. Si el Lyon es el rey de Europa no es por desmérito, han salido a morder desde el inicio y han encontrado la recompensa contra un Barça que ha sido muy blando en defensa, permitiendo que la presión alta de las francesas fuera tan asfixiando hasta el punto de que las jugadoras no pudieran sacar el balón cómodamente con el pie y dominar la posesión del partido tal y como quería el técnico gallego. Además, las jugadoras de Giráldez no han podido encarar, pensar o encontrar los espacios como están acostumbradas a hacer en casi todos los partidos y eso ha frenado por completo a las azulgranas.
Los primeros treinta minutos de la final son un ejemplo de cómo no te puedes fiar nunca de los rivales, y es que todos nos dábamos por favoritos antes de empezar el partido, pero todo ha cambiado cuando nos hemos encontrado con un tres a cero en contra de que duró hasta el minuto cuarenta, cuando Alexia Putellas redujo distancias con un gol que rompió el silencio que se había instalado en el estadio, donde los más de veinte mil aficionados del Barça vieron cómo el Lyon superó al Barça en el Juventus Stadium y el equipo no ha reaccionado.
La afición ha reconocido el esfuerzo del equipo
Sin embargo, la afición ha sido de diez. Después de un duro golpe como ha sido perder la final de la Champions, ha continuado animando para reconocer el esfuerzo que las azulgranas han hecho durante toda la temporada. Una temporada que hasta ahora era perfecta, y que todavía puede cerrarse de forma brillante si ganan la Copa de la Reina que queda pendiente.
Si pensábamos que el Barça femenino no tenía rival después de superar al Real Madrid en los cuartos de final de la Champions y en el Wolfsburgo en las semifinales nos hemos equivocados. Es más, el Lyon ha acabado siendo el equipo que menos minutos ha estado por debajo en el resultado durante esta Champions y hoy han demostrado por qué lo logran, una defensa coordinada que no ha permitido conceder demasiado, una experiencia para saber jugar con tiempo cuando el resultado va a favor y una concentración por parte de todo el equipo que es digno de respetar en todos los aspectos.
Así pues, el Barça tendrá que esperar hasta la próxima temporada para volver a luchar por un título que aunque no se ha conseguido, ha enganchado a una ciudad entera como Barcelona al fútbol femenino.
